29 de marzo de 2015

David Ferrer “Ferru”. Modelo de Excelencia

El tenista valencia se ha proclamado campeón de su primer Masters 1000. Este hecho no ha tenido la repercusión mediática que se merece, ya que, como ustedes conocen, en el tenis español, todos los jugadores quedan eclipsados por Rafa Nadal. A diferencia de otros jugadores del circuito, David Ferrer, consigue su primer título “importante” (en lo que se refiere a un torneo de Singles) con treinta años. Mientras, muchos de los que han pasado a la historia de este bonito y limpio deporte o los que ahora están haciendo historia han conseguido con menos edad un trofeo de este calibre.

Y es que “Ferru” no es el tipo de tenista que tiene altibajos, todo lo contrario; si algo caracteriza al valenciano es su gran regularidad. El secreto de dicha regularidad se debe a una muy buena preparación física que su preparador le ha enseñado, haciendo hincapié en la prevención de lesiones. Un dato para refutar esto que digo es que ha jugado todos los últimos cuarenta Grand Slam y en, ocho años, solo se ha perdido dos Masters Series. También sabemos que para el tenis se requiere una capacidad psicológica muy grande para afrontar cada momento, cada segundo de partido y es algo que el valenciano ha demostrado tener. A todo esto hay que añadirle que por su carácter es uno de los jugadores más carismáticos que hay dentro del circuito ATP. Por todo ello, decimos que David es un gran Modelo de Excelencia, ya no solo en el tenis, sino en otros deportes como el fútbol.

¿Es válido este Modelo de Excelencia para nuestros entrenadores y jugadores de la Base?

De todos es sabido que el futbolista es el deportista más vago que hay. Mientras, en deportes como el tenis, natación, atletismo, etc. Los jugadores entrenan una media entre cuatro y seis horas diarias, en el fútbol pasa lo contrario. La media de entreno para un futbolista profesional es de una hora y media durante cinco días; y encima su sueldo es infinitamente mayor. Ya si nos adentramos en el fútbol base, quizás la media de entreno de un infantil es de tres a cinco horas semanales.

Y ahora es cuando mirando el “Modelo de Excelencia de Ferru” me surgen a mi ciertas preguntas… ¿Los entrenadores de nuestros niños (recordemos que tenemos su futuro en nuestras manos) estamos realmente preparados o la falta de entrenadores con algo de conocimientos está haciendo que cada vez lleguen menos jugadores a juveniles? ¿Nos dedicamos a formar futbolistas para un futuro o para ganar a cualquier precio la competición que jugamos? ¿Le damos la importancia que tiene a entrenar el aspecto psicológico de un equipo o somos de los que “que los jugadores buenos del equipo sean los que jueguen siempre permitiéndoles todo y los demás ya jugarán el próximo año o cuando alguien se lesione”? ¿Nos preocupamos por la forma física de nuestros niños enseñándolos a ser regulares y prevenir lesiones con buenos entrenamientos o entrenamos según el estado anímico del entrenador?

Esperemos que el caso de David Ferrer sirva para que muchos entrenadores y futbolistas se miren y aprendan que en cualquier deporte no vale el llegar y ganar una competición arrollando si luego estás desaparecido el resto de tu vida. Lo que tienen que aprender es que lo importante es mantenerse constante en los puestos medio alto durante muchos años, que el ganar una competición ya llegará con algo de suerte. Eso sólo se consigue con esfuerzo, voluntad, dedicación, las ideas bien claras, HUMILDAD y… TRABAJO. Todos pueden llegar a ser grandes, podemos hacerlos grandes pero…

¿Vamos por buen camino?

Ayoze Rguez

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