“Querido diario vengo a contarte
todo el calvario que he tenido que vivir esta temporada. Para empezar he de
decir que mi entrenador es, a la vez, mi padre. Esta circunstancia ha hecho que
los padres y algunos compañeros siempre me tengan en el centro de todas las
críticas. Estas personas no son capaces de entender que tanto, mi padre, como
yo llevamos tiempo en el club.”
“Yo vengo subiendo categoría a
categoría desde prebenjamines y mi padre lleva entrenando unos cuantos años la
misma categoría. Ganemos o perdamos, padres o compañeros siempre tienen la
misma frase para dirigirse a mí ‘Dile a
tu padre que…’ seguido, generalmente, de comentarios negativos. Entreno
tras entreno, partido tras partido. Ya pueden fallar o pasar algo grave con
otro compañero que siempre vienen las quejas a mí. Más de una vez, le he dicho
a mi padre entre sollozos que no quiero seguir jugando, que estoy harto de todo
esto. En cambio, él siempre me ha comentado que iba a ser una temporada dura y
larga pero que aguantara.”
“Mi hobby no podía dejarlo por
culpa de otras personas. Y, sé que desde el club se ha intentado evitar que
esto siga sucediendo hablando con los responsables, pero es imposible; ya creo
que lo hacen por simple divertimento. Sin embargo, reconozco que hay días que
no dan ganas sino de inventarse diversas molestias para evitar tener que ir a
entrenar o jugar para escuchar esos comentarios. ¿Qué hago? Ya yo no sé qué
hacer, sólo desear que acabe ya esta temporada y hacer borrón y cuenta nueva.”
Creo que sobra comentar algo de
esta situación. Por desgracia es algo que pasa en muchos equipos y que los
padres, a veces, sin darse cuenta someten a una presión fuera de límites.
Espero que esos padres se den cuenta de lo que hacen y sepan cambiar esos
comentarios, que como digo siempre ¡SON NIÑOS!
Ayoze Rguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario